martes, 24 de marzo de 2009

Complejo de Tipón: Una Maravilla Inca y de la Ingeniería Civil

"Tipón"
El Jardín de las Aguas de Wiracocha


Este antiguo poblado inka está ubicado a 23 km. al sudeste de la capital inkaica, a una altitud de 3,560 m.s.n.m.; pero la zona más alta del parque se encuentra en el abra de Ranraq'asa sobre los 3,850 metros. Pertenece al distrito de Oropesa, provincia de Quispicanchis en el Cuzco.

Fue un Adoratorio Mayor, donde se rendía culto al agua con el cuidado y la veneración con que los incas trataban a dicho elemento.

Aunque todavía quedan misterios por desentrañar, la calma del sitio, el sonido del agua y la sensación de estar cerca de los dioses, subyugan al visitante.

Fue elegido por los Incas para realizar un gran trabajo hidráulico y hacer descender el líquido desde los manantiales.

Como vemos, los incas nos han dejado importantes legados arquitectónicos y paisajísticos con el tema del agua, entre los que destaca precisamente Tipón, asentado en un alto cerro que corona la comunidad de Choquepeda.

Se trata de un magnífico complejo con altas andenerías y terrazas, desde donde descienden, hasta el día de hoy, las aguas de los manantiales a manera de acequias y canales.

Este conjunto inca, a diferencia de construcciones similares, está rodeado por cerros en la cima de una montaña poco visitada, donde todavía se respira tranquilidad lejos de las masas turísticas.

ACÚSTICO Y RELAJANTE

En este lugar el sonido del agua acompaña permanentemente al visitante. Las acequias que recorren el complejo han sido estratégicamente colocadas en los alrededores de tal manera que la acústica permite que en cualquier lugar del monumento se pueda disfrutar del sonido de las aguas.

El elaborado trabajo hidráulico realizado en Tipón ha logrado que las aguas hagan un largo recorrido impulsadas por la gravedad. Es por ello que el complejo ha sido distinguido por la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE, por sus siglas en inglés) como maravilla de la ingeniería civil. El respeto al entorno natural y la tecnología usada para movilizar las aguas de los manantiales son un modelo de ingeniería hidráulica al servicio del hombre y la naturaleza.

TEMPLO NATURAL

Tipón fue diseñado para rendir culto al elemento primordial de la vida: el agua. El hombre prehispánico estuvo completamente ligado a sus creencias y la naturaleza era parte fundamental de su existencia. Este lugar es un tributo a las sabias creencias del poblador andino.

Si camina con calma por el complejo notará que cada detalle es una especie de símbolo ligado a todo el ecosistema que lo rodea. Colosales piedras en estado natural han sido colocadas como esculturas, finos trabajos pétreos de los muros y paredes y la talla de los canales, todo está perfectamente calculado en un trabajo de ingeniería y física, en donde el amor a la belleza de las proporciones y de la naturaleza despertarán el interés del viajero.

El manejo del riego en la época inca estuvo relacionado con el control, que ejercía el Estado, de los cultivos que se sembraban por zonas para poder manejar el acceso a los recursos, tales como el maíz, que fue un bien preferido para los rituales.

Al ser este lugar un centro ceremonial importante sus andenes, terrazas y canales tuvieron implicancias que fueron más allá de dimensiones utilitarias, de modo que, incluso, el sistema de riego se manejaba por calendarios ceremoniales.

Las propiedades reales, como en el caso de Tipón, habrían gozado de acceso exclusivo al agua.

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